martes, 27 de octubre de 2009

10 Rarezas personales:

1. Petarme nudillos de los dedos de una manera tan extraña y natural que la gente se sorprende al verlo.

2. Rizarme un mechón de pelo con la punta de los dedos por muy corto que tenga el cabello.

3. Tocarme el pendiente como si lo tuviera mal colocado cuando en realidad siempre está bien en su sitio.

4. Morder sin romper las uñas.

5. Observar.

6. Mirar la luz que entra por la ventana (siempre sin persiana) y ver cómo va cambiando en las paredes.

7. Coleccionar las entrevistas de "La Vanguardia" y puntos de libro.

8. Comer sin pan y sin hacer ruido. Ambas cosas molestan.

9. Cambiar radicalmente de tema. Y, a veces, avisar de que voy a hacerlo.

10. Relacionar cosas que solo para mí tienen sentido.

lunes, 26 de octubre de 2009

sin título

donde empezó todo
no lo sé
ni si acabará
tampoco

solo seguiré el curso
de los días
con las manos en los bolsillos
y tararearé canciones
para no olvidarlas nunca

ubicar el principio
y el fin...
acabar con todo
y contigo también

solo miraré por la ventana
el cielo de falso azul
con la mirada perdida
y pensaré cosas absurdas
para no olvidarlas nunca

miércoles, 21 de octubre de 2009

Tu=yo (retroalimentación)

Sueles ver las cosas como nunca te han dicho que las mires. Das la vuelta al mundo y te quedas colgando del revés con puntos de verdad que se te escapan. Esto te hace chocar contra el techo, quedarte sumida en tu aura que es la propia, la única. Sueñas, huyes, te escapas siempre que puedes.
La realidad no está hecha para ti, tómate un combinado de ficción y bébetelo. O escóndete en ese rincón sin luz que a veces hechas tanto de menos. Sólo un rato...luego vuelve, incorpórate y miente.
Los días tristes no son de tu agrado pero siempre te quedan pendientes mil pensamientos tristes por descubrir. Mientras tanto escuchas los sonidos que salen de este aparato que te mira impaciente y luego los transcribes en el lenguaje que te place. Entiendes todo lo que no dejas entender.
Destápate, corre y pierde tu aliento. Luego búscalo y piérdete entre los árboles que te susurran "pierde el control". Y vas tú y lo pierdes a intervalos que son desconsiderados y desmemoriados.
Sales a la calle con la mirada en el suelo y la cabeza bien alta. Solo a veces incrustas tus pupilas en algun desconocido para que sepa que tu también desconoces.
El aire cada vez se torna más helado y tus manos son frías. No tocas ni sientes porque no te lo permites y tus manos son cada vez más frías. Y tus pies y la punta de tu nariz donde tenías acumulada toda la calidez y tus manos son cada vez más frías...
Eres cada vez más tú. Permítetelo.
(-->)


martes, 20 de octubre de 2009

"Avers-sur-oise"

IV

Porque ya no eres un ángel sino un hombre solo sobre dos pies cansados sobre esta tierra que gira y es terriblemente joven todas las mañanas.
Porque sólo tú sabes que hay música, jadeos, incendios, máquinas que escupen verdades y mentiras a los cuatro vientos, vientos que te empujan al otro lado, a tu hueco en el vacío, a la informe felicidad del ojo ciego, del oído sordo, de la muda lengua, del muñón angélico.
Porque tú gusano, ave, simio, viajero, lo único que no sabes es morir ni creer en la muerte, ni aceptar que eres tú mismo tu vientre turbio y caliente, tu lengua colorada, tus lágrimas y esa música loca que se escapa de tu oreja desgarrada.


(B.V.)

La poesía de Blanca Varela (1926-2009) no se para a dar explicaciones ni razones. Es un pálpito ínfimo de la vida que va y viene, de la soledad interiorizada. Es un signo, una mirada a la conciencia de manera simplista y bella a su vez. Leyendo sus versos el corazón palpita de una manera maravillosamente agonizante mientras el tiempo avanza sin detenerse.
No intentes aprender, ni interpretar...simplemente abandónate entre sus líneas y siente.
"...porque el recuerdo como las canciones
la peor la que quieras la única
no resiste otra página en blanco
y no tiene sentido que yo esté aquí
destruyendo
lo que no existe..."



viernes, 16 de octubre de 2009

Canto a la paranoia:

Tu y yo cogidas de la mano, tropezándonos por caminos de espinas sin rosas. La perfección nos abandonó hace tiempo.

Te he visto cuando le has guiñado el ojo a la locura, desde abajo. Pero ahora seguimos andando sin detenernos. Empujándome, odiándote, sonriéndome...

Por el camino desafinan los pájaros, los torrentes del río caen con la fuerza de mil piedras mientras los árboles nos miran amenazantes. Como aquellos árboles que intimidan al personaje animado que escoje siempre el camino erróneo, oscuro y sin vuelta atrás. No. Nosotras no nos hemos equivocado. Me tienes prisionera y yo miro hacia otro lado.

Como cuando llevas a cuestas la pérdida...nada. Callo. Me quedo sumisa mientras escribes mis pensamientos con una máquina de escribir invisible y negra.

Déjame. Ya no te quiero. Vete.

Un, dos, tres, respira...

martes, 13 de octubre de 2009

Mi vida sin mí.



"Ann tiene 23 años, dos hijas, un marido que trabaja más bien poco, una madre repelente que odia al mundo, un padre en la cárcel, un trabajo como mujer de la limpieza en una universidad a la quan nunca podrá asistir...Y vive en una carabana en el jardín de su madre, a las afueras de Vancouver.
Esta existencia sobre ella misma cambiará en el momento en que le hacen un reconocimiento médico que le llevará irremediablemente a la muerte. Desde entonces, Ann decide vivir la vida saboreándola al máximo. Para ello, decide hacer una lista de cosas que hacer antes de morir. Entre ellas se encuentran algunas como: enamorarse de otro hombre, que éste se enamore de ella, hacer cintas de grabación para los 18 cumpleaños de sus hijas..."

Estoy hablando de una película que he visto recientemente: "Mi vida sin mí" de Isabel Coixet. Una película sensible y lenta, de pañuelo en mano. Aún así mi reacción fue más bien de indiferencia y, por alguna razón, me sentí extraña. Por eso decidí hacer un poco de introspección y pude percibir que mi indiferencia podria ser debida a que no me hace falta ver una película que trate sobre la muerte para pensar en ella. Porque la muerte, si o si, abunda en mi cabeza como uno de los principales pensamientos. No es que me quiera morir, claro que no, pero pensarlo bien...¿quien no se ha imaginado su muerte alguna vez? ¿las cosas que dejaría o haría antes de morir?
Este pensamiento se me hace constante porque es realmente difícil imaginarse muerto y porque el "paso" siguiente hacia la muerte, si es que lo hay, es un misterio.
Se puede vivir la vida atravesando todos sus rincones más insospechados sin la necesidad de que te digan: "eh, que te mueres", solo teniendo una percepción mínima sobre ella...


Así que ha vivir se ha dicho.

sábado, 10 de octubre de 2009

reflexión desastre

La vida asombra a cualquiera porque ello forma parte del universo. Alguien se inventó un juego sin reglas y aquí estamos nosotros, fichas movidas por un tal Destino sin acreditación. Sufrimos una constante estrategia perversa y sin sentido. La trampa es un regalo.

Nunca he creído que pudiesen pasar tantas cosas por un espacio breve de tiempo. Una va andando despacio y, de repente, se encuentra con un agujero inmenso al doblar la esquina. La inutilidad se apodera de ti porque la reacción viene después de la consecuencia, dejándote sin posibilidad de retroceso y te aterizas y ya no sabes cómo reaccionar porque no puedes. Mala suerte, se dice.

Pienso en los momentos que he vivido. Pienso en momentos "felices" y "tristes", y me doy cuenta de que esa clasificación no existe y está llena de vulgaridad. A más momentos felices más felicidad, esa es la correlación positiva. A más momentos tristes menos felicidad, esa es la correlación negativa. Pues vaya...
Las etiquetas sirven para establecer un orden con sentido pero también para crear el conflicto, estableciendo límites. Esos límites que se rompen, se rompen, se rompen...



A todo esto sin orden ni mando, me gustaría ser ese tal Destino, tomar una pluma y reescribir el mundo.

jueves, 8 de octubre de 2009

Hoy Bukowski habla por mí:

Culminación del dolor:

oigo incluso cómo ríen
las montañas
arriba y abajo de sus azules laderas
y abajo en el agua
los peces lloran
y toda el agua
son sus lágrimas.
oigo el agua
las noches que consumo bebiendo
y la tristeza se hace tan grande
que la oigo en mi reloj
se vuelve pomos en la cómoda
se vuelve papel sobre el suelo
se vuelve calzador
ticket de la lavandería
se vuelve
humo de cigarrillo
escalando un templo de oscuras enredaderas...

poco importa

poco amor
o poca vida
no es tan malo

lo que cuenta
es observar las paredes
yo nací para eso

nací para robar rosas de las avenidas de la muerte.

domingo, 4 de octubre de 2009

Lapsus.

Hoy me he levantado con la sensación de haberlo olvidado todo. Absolutamente todo. Poco a poco los sentidos vuelven en sí. La boca me sabe a whisky y los recuerdos a nada. Un total vacío inunda mi cabeza.
(...)
Aun puedo escuchar la música y la gente bailando. Me vienen sombras de luces moviéndose hacia ninguna dirección en concreto. Poco a poco aparecen flashes: una cara, una sonrisa... Me veo a mi misma en un espejo y mucha gente detrás.
(...)
Tengo mucha sed y luego nada... estoy en el bus con los ojos cerrados y los pensamientos abandonados. No pienso ni siento. Soy incapaz de escuchar los sonidos. Mi conciencia se ha apagado. Off.
Es tarde para lo pronto que es. El sol me deslumbra y me incapacita la visión. Alguien me dice algo y le digo que no. Siempre tan negativa.
(...)
Ya en la cama siento que he perdido muchas cosas. Como aquella muñeca que perdió su orgullo. Así me siento yo.

jueves, 1 de octubre de 2009

Noche precintada

Y al romper la bombilla que hace estallar a las demás vuelve a suceder lo previsto: aparece el reflejo de la oscuridad.

Cierra los ojos y si no puedes, pasa página hasta llegar al final.
Precinta tu boca y si no puedes, trágate todo el aire y ahógate.
Sella tus orejas y si no puedes, escucha las sonidos de la incongruencia.
Inmoviliza tus extremidades y si no puedes, hazlas estallar.
Obstruye tus pensamientos y si no puedes, quédate en vela hasta que la bombilla vuelva a reconstruirse y la luz entre por la ventana.

Levanta. Hoy es un nuevo día.