lunes, 30 de agosto de 2010

Del recuerdo resentido

Algo araña mi núcleo
en la noche de fría brisa
podrían ser las preocupaciones
de las alcantarillas sucias
de los transeúntes en las aceras
que gritan sus nombres en melancólica voz

Pero no
la calle queda abajo
y yo, desde arriba
siento el propio vientre compulsivo
de su capacidad ilusoria
derramándose la verdad por el sucio balcón

Porque ahora miento como antaño
del daño aquel como éste
Éste que dijiste con boca pequeña:
todo queda en el recuerdo, en el momento
y tú lo sabes
y yo lo sé.

jueves, 26 de agosto de 2010

Antes

Nadie sabe ya que el cielo estrellado se ha convertido en una capa de polvo, una mancha de infinito; ni que el aire puro se ha embotellado en mi nariz. Nadie sabe ya lo liso que era mi pelo al viento, lo apaciguados que estaban mis músculos incluso en agitación. Ni nadie puede sentir como estoy ahora, que la pesadumbre me viene y va solo cuando ocurre el desplazamiento porque ella es así en su existencia.

No estoy allí pero lo estoy en mi imaginación y los pies caen en este suelo tan distinto al anterior.

martes, 10 de agosto de 2010

Presentes

Tres palabras
me susurran su presencia:
distancia, amabilidad
y pasión.

Hablan por ellas mismas
pero no se conocen.

Distancia sólo se deja ver
de lejos
-hecho evidente en su nombre-
y sólo de reojo me mira
tranquilamente verde
esperando lo inesperable,
al idilio petrificado.
Luego desaparece al oscurecer
cuando la oportunidad está servida
para dejar encuentros posteriores
a las causas más probables
de un destino fortuito.

Amabilidad, por otro lado
deja esa puerta abierta
para que pueda ir a visitarla
y me gusta su presencia
tan blanca e inocente
tan pura y pulcra como su blancura.
Con cualquier acto se contonea
despacio,
a mi alrededor
mirándome expectante
desde abajo
hablando como nunca
y ella me mira, me mira...

Pasión, en cambio
abre todas sus ventanas
y se muestra desnuda
ante mi boca.
Una luz artificial la perfila
y la deja ver a contraluz
con un clarobscuro intenso;
es estonces
cuando jugamos a la libertad
de las noches sin tregua.
Ella se mueve ágil
partiéndome el sentido
y haciendo que me vuelva loca.

Me cortejan aquí mismo
tres palabras
donde el tiempo pasa
a su merced.