Calor. No es el infierno sino el aire caliente del aparato del aire acondicionado (cuyo nombre desconozco) que se filtra por las ranuras de mi vieja persiana. No es nada y sigo en mi cama distraída, a la vez tensa. En imaginaciones cercanas al paroxismo: parágrafos, oraciones, frases, una palabra, un fonema, un sonido...
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