domingo, 8 de mayo de 2011

Tácticas de escapismo (o cómo evadirlo todo):

Ir muy lejos, no a algún lugar o a alguna parte, sino más allá del foso del pensamiento, donde habita la mancha neuronal
Saltarse constantemente señales vitales para ir siempre hacia una nueva dirección
Mirar de soslayo el brío del aire que conduce hasta lo tendencioso. Evitar de este modo el centro de lo inhóspito
Retorcerse y hacer un encaje con el propio cuerpo, ahora un brazo con el torso y la pierna hasta la barbilla, así hasta formar un objeto común que pueda confundirse con todos los demás objetos comunes
No decir nada al otro por la mera insatisfacción de dejarle marchar sin saber un ápice del yo
Ser un idealista de la noche para rendirse ante las confusiones de su regazo.

1 comentario:

  1. La incoherencia, el desorden, las manchas de carmín en el suelo o en cielo. Perderse para luego, ¡oh, maravilla!, encontrase en cualquier lugar incluso remoto. Ser así, ligero y saltarín, abrevia las instancias y las pólizas, hasta hacerlas desaparecer en su propio vinagre inhóspito.

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