miércoles, 9 de diciembre de 2009

La idea de una reflexión

Siempre he pensando que todas mis ideas estaban envueltas en un revoltijo dentro de mi mente y que no salían por falta de expresión o por pereza, sin saber cómo dejarlas salir. Con esto podía decir que tenía ideas desordenadas y que me faltaba un mecanismo para ponerlo todo en su sitio.
Pues todo esto, en parte, mentira. Y digo en parte porque un trozo ínfimo de mí se niega a creerlo. Las ideas, una vez expresadas, construyen realidades. Por lo tanto no hay una idea antecesora que vague por nuestra cabeza y que se niegue a salir por distintos motivos, simplemente no la hay. Sólo existe una vez dicha. Si una idea no puede plasmarse en palabras no existe.
(Ahora que lo estoy escribiendo me lo voy creyendo más. Será por eso de plasmar las cosas y que existan... )
En fin, supongo que llevo tiempo viviendo en el mundo de las ideas de platón y no hay quien me baje de ahí o que por miedo a decir me creo cosas para justificarme.

Conversándolo con otra persona ésta me dijo , suponiendo que todo esto es verdad, que podríamos crear una imagen nuestra falsa si queríamos. Dar la idea de que somos quienes somos por lo que decimos. Usando las palabras para esto y para muchas más cosas podemos manipularlo absolutamente todo, que supongo que es lo que hacemos día a día: construir, manipular, transgiversar, restaurar constantemente normas a su vez recreándolas... Y con esto podría irme de las ramas si quisiera porque una cosa remite a otra y a otra...

El universo lingüístico es muy grande y nosotros, parte de éste, pequeñas bocas que sueltan sonidos.

1 comentario: